Estoy a mitad de un libro de esos que te ponen los pelos de punta, y de vez en cuando tienes que dejarlo un poco para volver a cogerlo más adelante con otro ánimo. Recuerdo que me paso con «No sin mi hija» (el libro, la peli no la he visto), cada vez que leía un capítulo y pensaba que era su verdadera historia… En este caso se trata de «Non ti muovere«, una desesperada confesión de un hombre a una hija moribunda… demasiado duro para algunas noches de verano, pero así voy, poquito a poco, dejandolo a ratos.
Hablo de libro porque hoy he encontrado en Fubiz una imágenes inspiradoras, de esas que me gustan a mi, de libros que no se leen, pero se observan. Y aprovecho para compartirlas con vosotros.