Cuando se junta el diseño, y la repostería yo no puedo resistirme. De modo que esta golosina visual y comestible al mismo tiempo no podía pasarla por alto.
En primer lugar, es chocolate, y eso ya le da muchos puntos. 12.000 piezas producidas por Konnerup, de chocolates artesanales hechos a mano y envasados individualmente. Los sabores van desde el chocolate con lavanda hasta el negro con curry y pistachos, todos ellos inspirados en la idea de dar una vuelta de tuerca contemporánea a la cocina tradicional de los países nórdicos y escandinavos.
Después, para las 12.000 chocolatinas, han sido creadas 1.000 cajas con 12 diseños diferentes. Cada packaging refleja la identidad del producto que lleva dentro y aunque todos son diferentes, el conjunto de todos los paquetes queda genial. Pizarras, graffiti, cómics, confeti, hojas de música… son sólo algunos de los más destacados de la serie.